Que tu mirada sea una caricia.
Que tus manos sean una caricia.
Que tu corazón te acaricie.
Que la profundidad de tus sentimientos sea una caricia.
Que tu voz sea una caricia.
Que tu atención sea una caricia.
Que caricia sea tu nombre, tu apellido.
Caricias para entenderte, quererte, para aprender de ti.
Duerme en una caricia,
Amate en una caricia.
Que la dureza se diluya como agua de mayo.
Que surja tu amor como lluvia de verano, refrescante,
y transforme tu mirada en palabras infinitas de luz y amor.
Porque la dureza es una cárcel de metal llena de ecos sin respuesta.
Mahatama Ravi.
Photo by Maja Petric on Unsplash